Programa Radial

viernes, 30 de noviembre de 2007

Radiologia Contemporánea, un espacio donde las opiniones convergen.

http://media.putfile.com/Radiologia-Contemporanea

El conglomerado Iberoamerican Radio es el protagonista de radio hoy en Chile, ya que, opera a través de más de 140 emisoras con ocho formatos de radio (Pudahuel, FM Dos, FM Corazón, Rock and Pop, FM Hit, FM Futuro, FM Imagina y FM Concierto). Estando seis de los ocho formatos situados entre los diez primeros del ranking general chileno.

Además, a partir del 22 de diciembre del 2006, parte del grupo español Unión Radio, quien también es propietario de la Sociedad Española de Radiodifusión y perteneciente del grupo PRISA, el cual es uno de los conglomerados de comunicación más importantes del mercado hispano, con presencia en España, Chile, México, República Dominicana, Puerto Rico, Guatemala, Panamá, Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Bolivia, Uruguay, Argentina, Reino Unido, Francia y Portugal a través de inversiones en radio, prensa y televisión. Soportes y empresas como El País, Editorial Santillana, Cadena Ser y la red 40 Principales (la cadena juvenil más importante de Hispanoamérica), son parte del Grupo, adquirió el 100% de las acciones de Iberoameican radio. Paralelamente, el grupo PRISA también es dueño del Consocio Radial de Chile, del cual pertenecen las radios: W Radio, Los 40 Principales, Bésame Radio, y Radioactiva.

De esta forma, es posible apreciar cómo la radio, al igual que la televisión, han sido medios perjudicados con la entrada del libre mercado. Ahora la información es un producto que se puede poner en venta, y podemos ver cómo se han formado grandes monopolios en cuanto a información. La formación de un monopolio en un medio de comunicación coarta la libertad de expresión, la postura del medio es única, sin dejarnos conocer otras visiones y al tener cierto tipo de selección de información. No obstante, el Grupo PRISA, enfatiza en que aquello es incorrecto, ya que afirman que los principios en los que el Grupo Prisa ha basado su estrategia desde sus inicios, mantienen absoluta vigencia: independencia, innovación, rentabilidad e internacionalización.

La página oficial del Grupo PRISA sostiene que “La defensa de la libertad de expresión y del rigor informativo son nuestra mayor aportación al desarrollo de la sociedad democrática”. Sin embargo, tomando el caso de nuestra radio en estudio, Rock & Pop, y como auditoras, hemos podido apreciar cambios sustanciales acerca de la visión del medio y de sus contenidos, a partir de su integración al conglomerado.

Por un lado, la radio solía tener en su parrilla programática contenidos musicales más cercanos a rock. La radio era conocida por su estilo alternativo del cual su música se tocaba es esa radio y en la radio Futuro. Pero hace un par de años la radio ha cambiado su postura y ha introducido temas musicales como de reggaetón, estilo musical muy lejano al de sus inicios, ¿y porqué?

Porque este mismo estilo musical es popular, es decir, más rentable.

Por otro lado, los contenidos que cubre actualmente, no eran hubieran sido concebidos como parte de la información que seleccionaba la radio antes de permanecer al conglomerado. Por ejemplo, la conmemoración de los 90 años del nacimiento de Violeta Parra. En un principio no se hubiera pensado que la radio cubriría un evento de esta naturaleza, sin embargo, al tener este nuevo concepto rentable y de carácter popular, sí se acercaron, y la Radio Rock & Pop, reporteó este tema. Siguiendo una cultura pop, y haciendo caso al nombre de su empresa (Rock & Pop), esta radio se ha convertido en “la radio juvenil más importante de Chile”, como afirmó Raúl Gutierrez, editor periodístico de Rock & Pop.

Para finalizar, es necesario reflexionar acerca de esta relación de medios de comunicación con el mercado, ya que como sucede en la radio, la libertad de expresión se vería restringida y la información y la selección de esta sería defendiendo cierta postura. Y de esta forma, no se podría formar un público bien informado y que tenga la posibilidad de elegir qué escuchar, y no basarse simplemente en las audiencias de masas.

Raúl Gutiérrez-Editor periodístico y locutor Radio R&P

César Altamirano-Periodista y locutor Radio R&P

Tras el cambio de la Radio Rock & Pop, de Sociedad Anónima a ser una de las ocho radioemisoras pertenecientes al conglomerado Ibero American Radio, consideramos esencial conocer los puntos de vistas de sus trabajadores, quienes a diario son testigos de las diferencias que ha traído consigo tanto el surgimiento de nuevas tecnologías, como el cambio de dueños en el mantenimiento de la autonomía radial.
Considerados, por los cargos que desempeñan, dos de las personas más representativas de la Radio Rock & Pop, Raúl Gutiérrez, editor periodístico y locutor, y César Altamirano, locutor y periodista, fueron nuestros entrevistados.


Con la llegada y el “boom” de las nuevas tecnologías usadas como medios de comunicación ¿se presiente un fin para la radio?

En la actualidad hay una digitalización on-line donde la antena no llega.
Hoy podemos llegar a Australia, África, Alaska, donde nos escuchan por Internet. Hacer que la radio llegue a través de la red, lo cual ha ayudado a la radiodifusión.

¿Qué debe seguir haciendo o comenzar a hacer la radio para que continúe vigente?

Existe una gran tarea actualmente que obliga a ir con más calidad informativa, lo cual obliga que el medio sea más democrático. Hoy se hacen programas envasados que tienen mejor sonido, por ejemplo, a través de los postcast en formato MP3.
Hoy la gran competencia para la radio son los reproductores portales, ya que se pueden hacer millones de combinaciones musicales, donde no se necesita de la radio. En el futuro se deberá seguir complementando la salida al aire de lo tradicional con lo nuevo.

¿Cómo definen la Rock & Pop?

Primero se debe decir que cambiar de radio es sólo apretar un botón. Y lo que diferencia a la “rocka” de las otras radios es que hay una válvula de tradición, son veinticinco años buscando los intereses de los jóvenes. La camiseta de quienes trabajan aquí pesa mucho. Es la radio más importante en Chile, porque cambió el paradigma de lo que es la radio, por ejemplo, de una voz importada a un lenguaje más informal. Y el hecho de que sean sólo periodistas quienes trabajan en áreas de contenido, le da otra perspectiva de lo que se proyecta como medio de comunicación.


Y en la actualidad, ¿qué está pasado con la información y la influencia de las nuevas tecnologías en la Rock & Pop?

Hoy el público es cada vez más exigente, lo que nos obliga a producir con mayor calidad de información. Con la llegada y el uso de nuevas tecnologías, como los blogs – antes sólo se podía comunicar a través del teléfono- se ha democratizado el medio. Hoy la competencia es con los postcast. El futuro de la radio va en complemento con postcast, ya que ofrece mayor calidad del sonido y se puede almacenar en variadas formas.

¿Cómo logran esa perspectiva distinta con la que ustedes definen a la “rocka”?

Se trata de equilibrar con contenido, con información y música. Lo Pop también es de culto, lo que le interesa a la gente de la calle, no sólo música, sino toda manifestación cultural que involucre lo popular.


¿Se pretende en un futuro próximo cambiar las temáticas o el enfoque de ellas?, considerando que la radio comenzó como un medio informativo.

Hoy el público quiere más música y menos contenido. Sin embargo, la Rock & Pop trabaja con todo lo que sea pop, no sólo la música. Los medios de comunicación primero que todo son un ser vivo, y como todo, el animal cambia de piel cada cierto tiempo. Nuestra pega es hacer que el mono suene bien, que a la gente le guste y se entretenga.
Los contenidos han pasado a ser sólo de entretención, sin entrar en temáticas más profundas de análisis u opinión.
A pesar que se tratan temas más simples, la misión de esta radio es opinar con cierta mirada, mediante un manejo profesional de los hechos.

¿Cuál es el contenido más adecuado que ustedes pueden entregar para lograrlo?

Contenido que sea fresco e informativo. Se debe entregar contenido y entretención. Dar puntos de vista siempre con altura de mira.


Pertenecer desde este año al monopolio radial de Ibero American ¿no le hace mal a la diversidad de opiniones?

Nosotros no hemos tenido problemas, no ha habido cambios respecto a eso. Se hacen pautas independientes pensadas en la gente, no ha habido trabas editoriales.

¿Cómo se proyecta de la radio?

La radio debe estar con las nuevas tecnologías. Hay que saber responder a la gente, ya que se depende mucho de la audiencia, debido a que ahora tiene mayor participación. La radio se debe pensar como lo que es, un multimedia, poniendo videos, blogs, paquetes de programas a través de los postcast. El auditor debe seguir encontrándose cercano a la radio, por ejemplo mediante los nuevos “reporteros ciudadanos” que cada minuto nos están informando, ya no sólo por teléfono, sino por el mail y el blog La radio la hace la gente, los auditores son nuestros periodistas callejeros, son auditores participativos.
Hay que ser optimistas, el futuro es auspicioso, la radio sigue.

Fuente: Radio Portales "Las nuevas generaciones modificarán los formatos"

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Para tratar de entender mejor las posturas que rodean a la radio y sus aristas, quisimos entrevistar a alguien con experiencia en el tema. Es así como llegamos al profesor, periodista y locutor Luis Gamboa. Con más de 40 años en la radiodifusión, actualmente haciendo un programa para la tercera edad en la Radio Portales, el profesor nos expresó sus opiniones radicales y certeras acerca de la radio contemporánea.

¿Cree usted que la historia de la radio en nuestro país se definiría por etapas específicas?
Yo creo que es la evolución lógica de todas las cosas. Sin embargo, pienso que hay un error de conceptos relacionados con la tecnología. Esta ha permitido mejorar el sonido y que sea más fácil transportarlo, como lo que pasa ahora con los computadores, pero más que eso no. Antes las radios eran del porte de una pieza, ahora puedes escucharla, en el bus, etc.

Han cambiado los modelos en los argumentos programáticos. Ha cambiado también, el contexto que rodea a la radio. Por ejemplo, hasta hace un par de décadas atrás existían libretistas que se preocupaban de que todo anduviera en orden. Hoy prima dentro de la radio un lenguaje soez y los modismos, incluso se ha perdido la calidad vocal de los locutores, la preparación. Ahora sólo basta con hablar de corrido. Este tema se cayó a un análisis tan básico porque el público objetivo ha cambiado, y se ha conformado a estas situaciones.

Se perdió el concepto tecnológico de sonar bien en la radio. Antes solía haber una preparación mucho más profunda, se requería tener un tono especial, pronunciar bien las “s” finales.

¿En qué cree usted influiría la integración de nuevas tecnologías al formato radial?
La tecnología hizo que se perdiera la tradición del trabajo como locutor. Esto, sumado a otros cambios hizo que el público objetivo cambiara, que la radio en Chile después de los ’90 se “farandulizara”. En resumen, que se perdiera el sello original de radio chilena.

¿Usted cree que, a pesar de estas nuevas tecnologías, que parecen ser amenazas para la radio, esta se mantendrá vigente tal como lo hizo en sus comienzos?
Hay que especificar que la radio es el único medio que fomenta la imaginación, así como también es el único medio que forma lazos afectivos entre el locutor y el oyente. Genera una relación afectiva entre ambos. Así, estas llamadas “amenazas” más bien son desafíos que la radio debe afrontar, como son los personal stereo, mp3, etc. También, yo opino que no hay forma de que la radio deje de estar vigente ya que representa realidades.

Pero, lo importante es apuntar los dardos a la regulación gubernamental. Quiero decir, que no se logrará ningún avance, ninguna renovación, si las radios no son reguladas por estamentos de verdad preocupados y con una real influencia en estos nuevos conglomerados. Hoy en día, las radios se autorregulan, lo que provoca que sea un “mal sitio”, es decir, se siguen vendiendo espacios inexistentes. Se venden noticias y música. Pero lo que principalmente fueron los elementos más importantes (palabra, silencia, sonido, música) están quedando renegados en post del mercado.

En conclusión, ¿qué me diría sobre el futuro de la radio en Chile?
Creo firmemente en las bondades de este medio. La instantaneidad, la identificación que produce en las personas, la credibilidad y la gran cobertura, son elementos que han estado presentes a lo largo de su historia. En pocas palabras, prevalecerá el peso de la historia. Las nuevas tecnologías que la radio irá integrando como complemento, generarán buenas expectativas. Las nuevas generaciones lograrán modificar los formatos de acuerdo a sus intereses, pero este es un efecto circular. Las personas ya no podrán reducir más los tiempos, los espacios, la “nanotecnología”, que necesitarán volver a las cosas hechas, producidas por los supuestos especialistas que hoy trabajan en la radio. Esos que pautean la parrilla programática, musical, noticiosa, etc. Y es que confió en el poder de la radio como medio de comunicación.

Aquí y ahora de la radio en Chile.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Transición a la democracia: el surgimiento de un nuevo formato de radiodifusión

Con la vuelta a la democracia en Chile, a principios de los '90, fue necesaria una reestructuración, que incluía un aumento en el pluralismo de contenido. Con la vuelta a la “democracia” las radios son posesionadas, teniendo como modelo económico el capitalismo y siendo la radiodifusión parte del mercado, surgió la tendencia de formar grupos de radios, entre ellos los conglomerados de la frecuencia modulada de quienes manifiestan una gran preocupación ya que, se es posible el dominio de uno de formar un monopolio, y así, limitar la libertad de expresión.

Los dos conglomerados, Ibero American Radio y Consorcio Radial de Chile como estrategia, buscan cubrir todo tipo de audiencias: jóvenes, adultos, adulto mayor. Asimismo, predominan los programas de entretención, información y compañía, los cuales han abierto la posibilidad de interactuar.

Desde la aparición de la televisión, la radio siempre ha tenido que luchar contra la cercanía a la realidad que posee este medio. No obstante, el sello radial se caracteriza por ser instantáneo, integracional (mayor cobertura a lo largo del territorio) y creíble, recursos con los cuales los otros medios electrónicos le hacen competencia.

Es necesario mencionar la importancia multimedial en la que se encuentra trabajando la radiodifusión hoy en día, la relevancia que le han otorgado a lo digital a través de la presencia que se ha generado en blogs, radios on line, e integrando nuevos tipos de formatos para los programas.


La autonomía de nuestra radio

Desde sus comienzos, la radiodifusión tiene como característica la autonomía en cuánto a independencia en la toma de decisiones y estructuración de sus contenidos. Sin embargo, este ámbito se ha visto seriamente modificado con la inserción de los conglomerados comerciales, lo que ha concluido en una pérdida de este aspecto, cediendo espacios y responsabilidades a los administrativos de estos conglomerados.

Por ejemplo, si consideramos que el departamento informativo de las radios “Bésame”, “Pudahuel FM” e “Imagina” es el mismo, queda demostrado que se forma un círculo cerrado que impide la convergencia de distintas opiniones, las que irían en pro de la formación de una variada opinión pública. Este último punto es, finalmente, donde se denota más la pérdida de autonomía.


A pesar que las líneas editoriales de las distintas radios pertenecientes a los conglomerados, de manera aparente continúan siendo las mismas, la influencia de la sociedad de mercado, que ve a la radio como un producto rentable (el receptor deja de ser sólo auditor y se convierte en un comprador que define las ganancias de las empresas radiales) va a determinar los contenidos que se desarrollen en cada programa.


Los modelos de programa que predominan.

En cuanto al tipo de programas que predominan, se encuentran en la cabecera los de entretención. Son este tipo de programas los que cumplen con la idea de tener a la radio como compañía. Generalmente, son misceláneos con temáticas livianas, mucha música, opinión y consejos. Con ciertas variaciones, pero dirigidos por el mismo patrón, se encuentran los programas netamente informativos.

Las pautas de programas radiales definen a la radio chilena otorgándole cierta transversalidad, propia también de modelos extranjeros. Estas fórmulas son la muestra clara de la influencia que tienen las radios extranjeras en las nacionales, debido a la misma participación que tienen los conglomerados.

Un ámbito a destacar en lo que nos transmite la radio actual es que ha tenido que irse reinventando desde la aparición de la televisión.
Aspectos como la instantaneidad y la amplia cobertura son las principales herramientas que ha tenido la radio para, de alguna forma, sobrevivir. La radiodifusión ha necesitado utilizar las nuevas tecnologías como complementos que la potencien.


El desafío de la radio contemporánea es reinventarse para sobrevivir, utilizando las nuevas tecnologías, como por ejemplo Internet o la telefonía móvil, tanto para definirse a sí misma, como para desarrollar nuevos tipos de interactividad con la audiencia.


ARCHI y su influencia actual

A pesar que su nombre hace referencia a la radio chilena, la Asociación de Radiodifusores de Chile como institución radial, actualmente no juega ningún rol determinante.

Si bien es cierto que presenta más de setenta años de vida, a lo largo de este tiempo, su rol social como asociación ha tenido muy poca relevancia, asumiéndolo sólo en términos de acción-reacción cuando surgen hechos específicos que ponen en riesgo la transparencia y sana competencia entre las radios.

Actualmente, la generación de un único conglomerado radial en Chile ha significado una alerta para la ARCHI, mostrándose preocupada por el hecho de que el único conglomerado existente se haya transformado en una amenaza para el desarrollo de la libertad de expresión en nuestro país.

La influencia de la radio en la sociedad
En Chile el 97 % de la población, de acuerdo a estadísticas de la Archi recopiladas en Agosto del 2001, escucha radio y el 84,1 % lo hace todos los días.

Aunque la existencia de la radio se ha visto amenazada por el uso de nuevas tecnologías, seguirá estando vigente, en la medida que sea capaz de integrar las nuevas tecnologías que se han convertido a su vez en medios de comunicación logrando mantenerse en el tiempo.

La radio chilena a través de los años.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Radio del año 1950.

El comienzo

La primera transmisión radial en Chile data del 19 de agosto de 1922 y fue posible gracias a la iniciativa de los profesores Enrique Sazié y Arturo Salazar, ambos ingenieros de la Universidadla Casa Central de la Universidad de Chile, hasta un receptor instalado en el hall del Diario El Mercurio. La transmisión fue simple y breve, y en ella se plasmaron todos los componentes de la primera etapa de la radiofonía chilena: música grabada, música en directo, noticias y comentarios políticos. de Chile. Ésta se realizó desde un transmisor montado en

Sin embargo, a este experimento le siguió un segundo paso: el que dio Federico Helfmann, quien se dedicó a vender receptores de radio. Para hacerlo era necesario contar con una emisora que realizara programas diarios. Se construyó un pequeño y rudimentario transmisor con una potencia de cinco vatios, el cual -se pensó- serviría para las demostraciones.

Esta experiencia piloto motivó la formación de empresas radioemisoras desde 1923 y generó la necesidad de disponibilidad masiva, y consiguiente importación de receptores radiales. Es así como el 26 de marzo de 1923 nació la primera radioemisora nacional: Radio Chilena.

Un hito que marcó a esta emisora, fue la transmisión desde sus dependencias del mensaje presidencial de Arturo Alessandri Palma. Fue la primera vez que un mandatario se podía dirigir a todo el país por radio. Diez años más tarde, haría lo mismo pero llegaría a toda Latinoamérica.


Tomando forma

Ya en 1923, en Santiago existían doscientos receptores. En la inauguración de Radio Chilena hubo música, un discurso, artistas y Alfredo Figueroa Arrieta, el primer locutor en Chile. La emisión comenzaba a las 9 de la mañana con la lectura de las noticias de los diarios. La relojería suiza de Carlos Fath y la Botica Francia, fueron los dos primeros avisadores de la radiodifusión chilena. Como Alfredo Figueroa no podía estar todos los días y a todas horas junto al micrófono, hubo que probar nuevas voces. Así fueron contratados Juan Esteban Iriarte y Ricardo Cano Ichaútegui.

En 1924 aparecieron Radio El Mercurio y Radio Cerro Alegre, de Valparaíso. En esta última, participó activamente otro de los pioneros de la radiodifusión chilena y del cine sonoro: Ricardo Vivado Orsini. En Radio El Mercurio, por su parte, surgió un locutor que marcó una época: Jorge Echegoyen, a quien se debe la incorporación del programa-concurso con la participación de los oyentes. También en esta emisora surgió la primera audición deportiva, que fue creada y dirigida por el periodista y humorista Carlos Cariola.

En lo político, las radios tampoco se quedaron al margen. El general Carlos Ibáñez del Campo, considerando que la información de la Radio Diario Ilustrado le era adversa, introdujo la censura. En 1932, nacieron dos emisoras que marcaron una época. Una fue Radio Universo, la que emitió el primer radioteatro: La Enemiga, de Darío Nicodemi.

En el ámbito cultural, podemos señalar que el 7 de abril de 1937 se inauguró en la Universidad Federico Santa María la radio del mismo nombre, que con el tiempo se convirtió en la emisora universitaria veterana de América Latina.

Hacia mediados del siglo XX Chile contaba con más de 100 radios, todas transmitidas en Amplitud Modulada. Al mismo tiempo, los aparatos radiales se transformaron en uno de los principales aparatos electrodomésticos del hogar. La música, a través de la radio, ocupaba así un destacado lugar en la vida social de Chile.

Desde la década de 1950, debido a los adelantos en los soportes discográficos tanto en términos materiales como tecnológicos, y a la fortaleza de las industrias discográficas en el mercado, las radios se transformaron paulatinamente en “radios tocadiscos”: la música emitida no era interpretada en vivo, sino grabada. Las figuras consulares de este fenómeno fueron los discjockey. El sonido en directo dejó su lugar al sonido envasado.


Nuevas formas

En la década de 1960 la radio tuvo que afrontar, con la masificación de la televisión, su primer y más grande desafío. Muchos anunciaron entonces el ocaso definitivo de este medio. Por el contrario, la radio mostró una capacidad de respuesta insospechada. Aprovechó inteligentemente las posibilidades que deparaba la tecnología del transistor, amplió sus emisiones en frecuencia modulada (FM), reorientó y segmentó su programación, aprovechó las demandas no cubiertas por la televisión y, por último evitó entrar en abierta colisión con ella, optando por una estrategia de sutil complementación.

La frecuencua modulada monopolizó la transmisión de música principalmente desde la década de 1970, y determinó las estaciones segmentadas, tanto en términos de géneros musicales como en términos generacionales. La Amplitud Modulada, por su parte, preservó a través de sus estaciones los programas de información y de diálogo con el auditorio, pero con el paso del tiempo quedó renegada y hoy se encuentra solamente con el 15% de campo radial.

Sin embargo, los radioteatros han enmudecido, los grandes auditorios han desaparecido, no existen las emisiones de espectáculos en directo ("La Bandita de Firulete", tras treinta años de permanencia en Radio Portales, terminó por sucumbir). Ellos han dado paso a la radio interactiva, en constante comunicación con los oyentes, por medio del correo en un principio, luego dieron paso a los llamados telefónicos, para que hoy en día sean los correos electrónicos el principal medio de interacción radio-audiencia.

En resumen, la radio chilena, tras el impacto que causó la aparición y masificación de la TV, se tuvo que reestructurar para permanecer, acercando nuevas tecnologías a la implementación de las transmisiones y relación con la audiencia. La idea es no perder la magia de la sonoridad. Al contrario de lo que muchos creen, la radio sigue siendo hoy uno de los más importantes medios de comunicación de masas. Su vigencia a lo largo del tiempo, la han transformado en una de las variables más importantes del acontecer cultural de los últimos ochenta años.